21 sept 2009

Onirismos rocanroleros



Bueno como ya había escrito anteriormente este es un articulo de Rockdrigo González [el profeta del nopal] publicado en BANDA ROCKERA Especial, 1984. Sin mas aqui se los dejo. vale mucho la pena leerlo, ¿porque?, pues porque es el mero mero rockanrrolero de México. por cierto, los errores ortográficos y demas se dejaron si, pues no soy nadie para corregir a tan grande personalidad.


->Desde los primeros inicios del rock en México, cualquiera que haya observado bien, se puede dar cuenta de las infinitas posiblidades que tenía el rock manufacturado en español; nestro idioma se prestaba muy bien y hubo quien supo darle la cadencia necesaria para que no se desentonara con las combinaciones armónicas que caracterizan al rock y al blues.

Los primeros rocks mexicanos (o rocks en español), estaban totalmente saturados de temas estudiantiles, romanticismo adolescente, vivas al baile y a las fiestas: aventuras infantiles que pretendían pasar por travesuras o simplemente "fusiles" a medias (o totalmente distorsionados) de canciones en inglés, que sobresalian comercialmente y en ocasiones, de una manera u otra (cosa que aún siguen haciendo algunas personas) los temas de las canciones en español estaban inspirados en realidades sociales o individuales que no nos pertenecían. La cuestión es clara, la identidad era básicamente emotiva, el ritmo y los temas eran algo novedoso y se gozaban tal cual eran y, siendo una corriente que nos venía del extranjero, por lo cual no había una identificación cultural que le diera un carácter más nacional, tanto en el campo de la música como el de la letra; la conciencia social brillaba por su ausencia entre los jóvenes de aquellas generaciones.

En las generaciones posteriores y a pesar de los "baches" con los cuales se enfrentaban el rock y el blues mexicanos, el rock en español tuvo un salto cualitativo en toda su estructura, las relaciones musicales se hicieron más complejas y las letras se enriquecieron poética y temáticamente, pero desgraciadamente la mayor parte se mantuvo en la posición de tratar de componer como lo hacían los grupos y cantantes que admiraban, aún seguían fuera de nuestra realidad vital y ahí nació una división entre los rocanroleros que componían; había (y hay) los que seguían totalmente los modelos extranjeros y los que empezaron a conjugar elementos nacionales con? los elementos extranjeros del rock y el blues.

Existen, a mi entender, dos maneras de hacer rock y blues más nacionalistas sin que se excluyan entre sí, y en un momento dado, la combinación de las dos, de la que podría ser una forma más completa del movimiento rockero en español; la primera forma consiste en respetar el ritmo y la armonía original, tal cual es, pero utilizando el lenguaje y las experiencias cotidianas que nos pertenecen, para componer temas propios. El lenguaje en español es lo suficientemente rico sintáctica y semánticamente, para lograr combinaciones adecuadas, prácticamente para cualquier ritmo musical. Los ejemplos son prolíficos, no solamente en el rock, sino también en el country, samba, bossa, balada neoclásica europea y otras formas musicales; la segunda forma consiste en hacer una especie de extrapolación de ritmos, es decir, respetando los cambios armónicos del rock o del blues, se le conjugan golpes rítmicos que caracterizan formas nacionales de creación musical: o a los cambios armónicos nacionales se les dota del golpe o del carácter que son inherentes al rock and roll; aquí los ejemplos no abundan tanto como en su literatura, pero eso no quiere decir que no se pueda o que no se haya hecho; la tercera forma consiste en la utilización simultánea de las dos antes descritas, que dan lugar -aunque de una manera híbrida- a un concepto más completo (relativamente) del rock mexicano o en español.

La relativa facilidad por lo que esto puede pasar, se desprende de la similitud o elementos afines que poseen en diferentes formas de composición popular; pongamos por caso el corrido, el rock, el huapango y el blues. Los cuatro coinciden armónicamente en su estructura básica (a excepción de rocks y huapangos más elaborados) sencillos y directos: los cuatro se apoyan sobre tres acordes, subdominante, tónica y tónica dominante; los cambios armónicos son similares, no sólo fortuitamente, y lo que invariablemente cambia solamente es el ritmo, el rápido, cadencioso y de golpe ela?borado; el rock es violento y matizado; y en el corrido, el golpe es cerrado, veloz e inmediato, y aunque se dan versiones lentas, éstas siguen prácticamente los mismos patrones.

Algo bastante característico del blues, es que no solamente su ritmo le da el carácter melancólico que tiene, sino también las llamadas "notas blues" que definen más su intención (terceras y séptimas disminuidas) que en un momento dadp se pueden trasladar al huapango; aparte del paralelo armónico, el blues y el huapango, coinciden extraoficialmente en su improvisación, en los dos, ésta ocupa un lugar privilegiado, si no es que el principal; los violines y los requintos no son por lo general melodias prefabricadas, sino formas libres y de carácter constante: en los versos, tanto bluseros como huapangueros, hay una igualdad o superioridad con flexibilidad musical; partiendo de alguna frase conocida, o de un hecho en general (o particular) se le van inventando otras frases que rimen entre sí, para así poder redondear una serie de imágenes que crean espacios similares, para hacerlos aún más afines.

Ahora bien, no solamente se puede experimentar de esta manera, sino que utilizando otros recursos se pueden incorporar y recombiar entre sí los mismos instrumentos musicales; pongamos por ejemplo: en un rock-ópera con temas nacionales o autóctonos, se pueden utilizar instrumentos prehispánicos, adecuándolos a los eléctricos (hay alguna gente, en el campo comercial, que utilizan el sintetizador con los mariachis).<-

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